El pollo es rico en hierro y fósforo
Incorporar pollo a la dieta es una estupenda manera de cubrir las necesidades de proteína diarias del organismo con un aporte muy bajo de grasas, que se concentran mayoritariamente en la piel y con una carga energética de no más de 168 kilocalorías por cada 100 gramos. La carne magra del pollo es rica en triptófano, un aminoácido que ayuda a que el sistema inmunológico funcione correctamente, además de inhibir el dolor y ser precursor de serotonina, un neurotransmisor responsable directo del estado de ánimo y el sueño. Aquellas personas tendentes a la depresión o que les cuesta dormir, encuentran en este alimento un gran aliado.
El pollo también es rico en Vitamina B2, que mantiene la piel hidratada y favorece la rápida cicatrización de las herdias. Gracias a la Vitamina A que aporta, es un alimento altamente beneficioso para prevenir los problemas de visión. Destacar también que la esta carne magra es rica en hierro y fósforo beneficiando a aquellas personas con anemia y manteniendo los huesos y los dientes fuertes y sanos. Gracias al sodio que contiene, al consumirlo estamos contribuyendo al correcto funcionamiento de las células y al control de la presión arterial.
Composición nutricional por 100 gramos:
Calorías: 168
Proteínas: 29,8g.
Grasas: 5,4g.
Potasio: 333 mg.
Fósforo: 249 mg.
Hierro: 1,97 mg.
0 comentarios:
Publicar un comentario