Los primeros resultados del 'Programa Sí!' confirman que una intervención en las escuelas diseñada para promocionar la salud cardiovascular desde la etapa preescolar hasta la secundaria obtiene resultados
La educación alimentaria, mejor desde el principio - WIKIMEDIA
El cardiólogo Valentín Fuster ha destacado la importancia de inculcar hábitos saludables en la edad preescolar, desde los 3 años, porque supone «una ventana de la oportunidad» para conseguir una mejora en la salud cardiovascular en la vida adulta.
Lo ha asegurado Fuster durante la presentación de los primeros resultados del 'Programa Sí!', que él mismo lidera, y que consiste en una intervención en las escuelas diseñada para promocionar la salud cardiovascular desde la etapa preescolar hasta la secundaria, en las áreas de la alimentación, conocimiento del cuerpo y corazón, actividad física y gestión emocional.
Cerca de 15 investigadores de la Fundación SHE, que preside Fuster, del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y del Hospital Mount Sinaí han evaluado la eficacia de este programa entre 2.000 niños de 3 a 5 años de edad, de 24 colegios de Madrid durante los cursos 2011-2012 y 2013-2014.
Mil de esos niños, ha explicado el cardiólogo, participaron en estos programas durante más de 70 horas y los otros mil lo hicieron durante muy poco tiempo.
Fuster ha indicado que los resultados muestran que la conducta, la actitud, los hábitos, incluso el peso y el ejercicio físico por parte de los niños del primer grupo era mucho mejor que los del otro grupo.
Mejoría
«Es muy pronto, son tres años de seguimiento, y no puedo dar ahora una cuantificación, pero diré que se ha reflejado de un 25 % a un 50% de mejoría en cuanto a todos los aspectos relacionados con la salud», ha subrayado Fuster, a preguntas de los periodistas.
Si bien el mayor impacto en el conocimiento se produce durante el primer año, no es hasta los 3 de intervención cuando se produce una traducción del impacto en modificaciones de hábitos, en concreto los alimenticios y los relacionados con la actividad física.
'Meter en cintura'
También el estudio ha demostrado que inculcar a los niños hábitos saludables impacta en los marcadores de adiposidad, como el perímetro de la cintura o el porcentaje de grasa, que están directamente relacionados con la salud cardiovascular.
«El programa tiene sus bases en que entre los 3 y 6 años de edad desarrollamos nuestra conducta como adultos, la enfermedad cardiovascular tiene mucho que ver con la conducta, con lo cual es la ventana de la oportunidad», ha sostenido el cardiólogo.
En la actualidad, el programa se ha extendido a más de 125 escuelas de la Comunidad de Madrid, Cataluña y Galicia. Fuster ha subrayado que las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de mortalidad en el mundo y tratarlas para alargar la vida a los pacientes «es muy caro», por lo que ha incidido en la importancia de la prevención de estas patologías para frenar este gasto.
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