Un nuevo protocolo diseñado por investigadores australianos reduce en un 30-50% la necesidad de empastes
Revisión dental - US
Las caries dentales se pueden prevenir, frenar e, incluso, revertir sin necesidad de empastes, lo que evitaría que el paciente tuviera que someterse al temido torno dental. Y para ello, según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Sídney (Australia) y publicado en la revista «Community Dentistry and Oral Epidemiology», tan solo se requiere que los odontólogos adopten un enfoque más preventivo.
Como explica el profesor Wendell Evans, director de la investigación, «no hace falta poner un empaste en la mayoría de piezas cariadas. De hecho, nuestro estudio alude a la necesidad de cambiar la forma en que las caries son tratadas a día de hoy por los dentistas. Y es que resulta más beneficioso adoptar un enfoque preventivo que seguir con la práctica actual».
Menos empastes
Durante muchos años se ha creído que las caries dentales progresan rápidamente, siendo la mejor manera de tratarlas su eliminación precoz de la superficie dental. Y una vez eliminada la caries, la pieza afectada se reconstruye con material de relleno –amalgama.
Sin embargo, indica el profesor Evans, «los más de 50 años de investigación nos han demostrado que las caries no siempre progresan y que, en caso de hacerlo, lo hacen de una manera mucho más lenta de los que pensábamos. Por ejemplo, el tiempo medio que requiere que una caries llegue desde el esmalte a la dentina es de 4 a 8 años, por lo que contamos con tiempo suficiente para detectarla y tratarla antes de que forme una cavidad en la pieza que requiera un empaste».
Concretamente, los autores proponen implantar un nuevo ‘Sistema de Abordaje de la Caries’ que comprendería la evaluación del riesgo de caries, su análisis por medio de rayos X, y un tratamiento específico de la caries temprana –es decir, que todavía no ha formado una cavidad en la pieza dental.
El tiempo medio que requiere que una caries llegue desde el esmalte a la dentina es de 4 a 8 años, por lo que contamos con tiempo suficiente para detectarla y tratarlaWendell Evans
Es más; el nuevo sistema también incluye la aplicación de altas concentraciones de flúor en la caries temprana; la observación de la forma en la que el paciente se cepilla los dientes; la restricción de aperitivos y bebidas azucaradas entre comidas; y una monitorización específica de cada paciente.
Un nuevo Sistema que, como apunta el profesor Evans, director de la investigación, «ya ha sido testado con gran éxito y demuestra que las caries tempranas pueden ser detenidas y revertidas, por lo que la necesidad de empaste se reduce notablemente».
Pacientes más contentos
De hecho, y en su estudio llevado a cabo durante siete años con la participación de dentistas de las regiones australianas de Nueva Gales del Sur y el Territorio de la Capital Australiana, se observó cómo la necesidad de empastes se redujo en un 30-50%.
Y obviamente, como concluye Evans, «la disminución del riesgo de caries y de la necesidad de empastes fue muy bien recibida por los pacientes. Y no lo olvidemos: los pacientes juegan un papel fundamental en su tratamiento, que debe ser pactado con sus dentistas para procurar el mayor éxito posible».
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