CGP3466B es eficaz en el tratamiento de la depresión en ratones y ya ha demostrado su seguridad en humanos
En torno a 2,5 millones de espano les padecen depresión - FLICKR
En torno a 2,5 millones de españoles padecen depresión, una enfermedad que, dada su elevadísima prevalencia –según los datos de la Asociación Europea para la Depresión (EDA) afecta a 39 millones de europeos y a hasta 350 millones personas en todo el planeta–, constituye uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo. De hecho, y como reconoce la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es a día de hoy la principal causa de discapacidad global. De ahí la importancia de hallar nuevos tratamientos, eficaces y seguros, para paliar este trastorno mental.
Y en este contexto, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad John Hopkins en Baltimore (EE.UU.) han identificado un nuevo compuesto –el CGP3466B, aún en sus primeras fases experimentales, por lo que carece de nombre o ‘principio activo’– capaz de tratar eficazmente la depresión no ya en semanas, sino en horas. O así sucede, cuando menos, en modelos animales –ratones.
Como explica Solomon Snyder, director de esta investigación publicada en la revista «Molecular Psychiatry», «uno de los principales aspectos a destacar sobre CGP3466B es que lleva a cabo sus efectos sobre una nueva red de proteínas, lo que implica que puede ser efectivo en pacientes que no responden al resto de antidepresivos. Es más; CGP3466B podría constituirse como el primer fármaco de una nueva clase de antidepresivos de acción rápida».
Efecto veloz
El compuesto CGP3466B es fruto de los estudios llevados a cabo por los investigadores sobre la ketamina, fármaco que a altas dosis actúa como anestésico para la cirugía y que, a bajas dosis, tiene un rápido efecto antidepresivo. Sin embargo, como recuerda Solomon Snyder «la ketamina es adictiva y puede provocar síntomas similares a los de la esquizofrenia, por lo que su uso prolongado resulta, simplemente, inviable».
Concretamente, la ketamina ejerce su efecto antidepresivo a través del bloqueo de la actividad de los receptores NMDA de las neuronas cerebrales. Y de acuerdo con los resultados de este nuevo estudio, este bloqueo requiere de una serie de reacciones entre las que se encuentran la combinación de la proteína GAPDH con óxido nítrico y su posterior unión a la proteína Rheb. Un paso que puede ser bloqueado por CGP3466B.
Como apunta Maged Harraz, co-autor del estudio, «CGP3466B actúa sobre la misma red de proteínas de la ketamina. Pero como su efecto tiene lugar en una fase tardía de la cadena, presentan menos efectos secundarios».
Una vez identificado el compuesto, los investigadores evaluaron su eficacia antidepresiva en ratones. Para ello, analizaron la rapidez en que los animales eran capaces de enfrentarse a un nuevo entorno para conseguir un trozo de comida. Y aquellos ratones tratados con CGP3466B eran capaces de lograr su alimento en la mitad de tiempo.
Como refiere Maged Harraz, «en el experimento, CGP3466B indujo su efecto en solo media hora. Un aspecto a tener en cuenta dado que otros antidepresivos utilizados en ratones, caso de la fluoxetina, requirieron de hasta tres semanas para ofrecer un resultado similar».
CGP3466B indujo su efecto en solo media hora, mientras que otros antidepresivos requirieron de tres semanas para ofrecer un resultado similar
Maged HarrazSeguro en seres humanos
Por tanto, CGP3466B parece eficaz en el tratamiento de la depresión. Y a ello se aúna que el compuesto, ya evaluado en ensayos clínicos en fase I con otras enfermedades –párkinson y esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedades en las que no mostró ninguna eficacia– es totalmente seguro, y no adictivo, en seres humanos.
Pero como concluyen los investigadores, «aún pasarán años hasta que el fármaco pueda ser testado en ensayos clínicos en fase II para evaluar su potencial eficacia y seguridad como antidepresivo en humanos».
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