Además de los alarmantes riesgos de cáncer, una dieta con predominio de la carne roja implica un desequilibrio de vitaminas y falta de la fibra.
Una nueva dieta se está poniendo de moda y sus normas son simples:
comer solo carne. Un artículo publicado esta semana en la revista Popular Science pone
en tela de juicio esta tendencia, que está siendo promovida por un
reducido grupo de personas pero tiene cada vez más adeptos.
La
carne roja es una excelente fuente de proteínas y de varias vitaminas y
minerales, indica el artículo de Sara Chodosh. También nos ayuda a
saciar el hambre durante más tiempo que otros alimentos. Sin embargo, su
consumo excesivo implica varios problemas de salud, muchas veces
descritos en los medios pero que los ideólogos de la nueva moda
intentan minimizar o negar.
La autora destaca los esfuerzos del fisiculturista Shawn Baker por
demostrar —en su propio cuerpo y de manera comparativa— las ventajas de
una dieta 100% carnívora frente a otra baja en carbohidratos y
especialmente pobre en proteínas. También recoge los argumentos del
psicólogo canadiense Jordan Peterson y su hija Mikhaila.
Estos promotores de la dieta carnívora aseguran que desde que se
alimentan exclusivamente de carne la vida les ha cambiado.
Mikhaila afirma a sus seguidores en las redes sociales que antes
tenía artritis y que ha dejado de sufrirla como consecuencia de su nueva
dieta. Baker, a su vez, comentó que su tendinitis desapareció gracias a
que come solo carne. Ambos dicen que la dieta carnívora actuó como una
cura milagrosa para sus enfermedades y añaden que ahora se sienten menos
cansados y con más energía para entrenar.
Las carencias de la dieta carnívora
El
organismo humano necesita al menos 13 vitaminas para mantenerse vivo, y
los seguidores de la dieta carnívora aseguran que la carne aporta todos
estos elementos. Esa afirmación es cierta en parte, ya que la carne no
proporciona vitamina C, vitamina E ni folato, que se obtienen de las
verduras. Además, algunas vitaminas están conectadas; por ejemplo, si el
organismo no recibe suficiente vitamina E, no puede aprovechar la
vitamina K, que sí contiene la carne.
La carne tampoco tiene
fibra, que es imprescindible en funciones como la digestión y cuyo
déficit afecta el sistema inmune. Es cierto que los partidarios de comer
solo carne pueden tomar suplementos vitamínicos y fibra en polvo, pero
muy pocos de ellos toman estos complementos, puesto que los ideólogos de
la dieta afirman que la carne aporta todos los nutrientes necesarios.
Problemas de salud
En
los últimos años múltiples investigaciones, incluida una que la
Organización Mundial de Salud publicó en el 2015, relacionan el consumo
de carne con el cáncer de colon y varios tipos de cáncer de próstata.
Ese mismo año un equipo independiente de investigadores descubrió que
ciertas formas de preparación de la carne que implican su exposición a
temperaturas superiores a 148°C pueden fomentar el desarrollo de cáncer
de riñón.
Comer mucha carne también aumenta el colesterol en la
sangre, algo que no ponen en duda los seguidores de la dieta carnívora.
Sin embargo, la nutricionista Teresa Fung asegura que una persona con
las arterias sanas no debería tener problemas significativos si durante
unos meses experimenta una subida del colesterol.
Pero el caso es
que es importante tener más colesterol HDL y menos LDL. La carne roja
grasa aumenta los niveles de colesterol LDL y reduce los de HDL. El
problema surge cuando una persona sufre ya enfermedades como la
arterioesclerosis, que provoca que se generen placas en las arterias,
que con el tiempo se van estrechando.
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